Sabemos que las Tartas de queso despiertan el apetito y además se disfrutan en cada bocado, ¿por qué será? Es posible que, al usar un ingrediente salado en un postre, satisfaga nuestro antojo dulce y salado a la par, haciendo de esta tarta un antojo irresistible.
¿Qué ganamos haciendo una tarta de queso sin horno?
Hay muchas razones para hacer una tarta de queso sin hornear.
- En primer lugar, las tartas de queso sin hornear son rápidas y fáciles de hacer.
- No requieren cocción, lo que significa que puedes hacer una cada vez que tengas un antojo. Además, las tartas de queso sin hornear son perfectas para el verano.
- No requieren calor, por lo que no calientan la casa ni incomodan a los invitados.
- Por último, ¡las tartas de queso sin hornear son deliciosas! Están repletas de un decadente sabor a queso crema. Así que si buscas una receta de postre fácil y deliciosa, ¡la tarta de queso sin hornear es lo que necesitas!
Es una creencia generalizada que la tarta de queso se creó en Nueva York, pero si investigamos un poco acerca de la historia, descubrimos que la apetencia por la combinación queso y dulce es ancestral, existiendo múltiples fórmulas adaptadas a la idiosincrasia de cada cultura. Todas estas recetas tienen en común queso suave, huevo y azúcar siendo cuestión de gustos que prefieras una o todas, porque están exquisitas.
¿Cuál es el origen de las tartas de queso?
En primer lugar, lo que pocos saben es que el origen de la tarta de queso tiene lugar en la antigua Grecia. Se usaba con queso mató aunque el resultado es bastante diferente al actual, siendo una textura más dura. Este pastel era considerado un alimento muy energético y, de hecho, se ha constatado que en el año 776 a.C. se utilizaba para alimentar a los atletas que participaban en los Juegos Olímpicos.
Tanto apetito despertaba que cuando los romanos comenzaron a atacar los territorios griegos, la tarta de queso se convirtió en botín de guerra, tan preciado como las joyas, pinturas y esculturas. Los romanos modificaron la antigua receta griega incluyendo huevo. De esta forma convirtieron al dulce en un bocado más blando y parecido a lo que hoy consideramos tarta de queso. La llamaron libuma y se trataba de un pastel que sólo servían en ocasiones muy especiales.
La popular cheesecake nace cuando aparece en 1930 el queso crema. Al ser el postre más popular en la ciudad, y haberse esparcido por el mundo, hay múltiples versiones, pero parece que la original, atribuida a un cocinero judío, lleva una base de bizcocho seco o galletas desmenuzadas, el queso crema y una capa de mermelada. Otra aportación americana ha sido añadirle crema agria para crear una tarta de queso más densa, suave y cremosa. En Instagram hay multitud de fotografías de esta versión, lo que arroja la gran popularidad en todo el mundo.
¿Qué queso es el más adecuado?
Los mejores quesos para hacer una Tarta de queso son la Ricotta, que le dará una textura mantecosa, o el mascarpone para que quede más cremoso. En Inglaterra se suele utilizar queso cheddar y en Alemania, cottage. Sin salir de Estados Unidos, podemos ver cómo en Chicago tienen una versión con crema agria y en St Louis se le rellena con una capa adicional variada entre la crema de queso.
En el resto del mundo también se elaboran infinidad de variaciones: en Italia con queso mascarpone, ricotta y miel;
En España el origen de las tartas de queso puede encontrarse en el norte, sobre todo en la quesada pasiega de Cantabria. Es un dulce tostado por fuera, pero por dentro tiene la textura del mazapán. Sus ingredientes difieren ligeramente, siendo principalmente leche de vaca cuajada, mantequilla, huevos y harina, pero lo que le otorga su sabor característico son las cáscaras de limón y canela. Ya aparece en algunos textos medievales, como una receta muy similar que se encuentra en el Libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita, escrito en el siglo XIV.
¿Cómo podemos hacer una tarta de queso sin horno?
Las Tartas de queso sin horno no llevan huevo ni harina, ya que no vamos a cocinar la crema. Por eso, hay que buscar métodos para darle consistencia.
Podemos utilizar gelatina o cuajada. Una tarta sin horno con gelatina se caracteriza por resultar muy cremosa y ligera al paladar.
Las tartas de queso frías sin horno preparadas con cuajada siguen un proceso similar a las de gelatina, la cuajada se disuelve en agua, leche o nata y se unifica con la mezcla de queso.
Un segundo método para dar consistencia a una tarta de queso sin horno es utilizar nata montada y luego mezclamos con queso y azúcar. Tras varias horas en la nevera cuajará y quedará suficientemente consistente para poder cortarla. La nata ha de ser nata líquida para montar, es decir con al menos un 30% de materia grasa. Mucha gente piensa que utilizando cualquier nata baja en grasa, reducirá calorías, pero es un claro error porque es la materia grasa precisamente la que propicia que la nata suba.
Truco Inés Rosales para hacer una Tarta de queso perfecta
Si quieres hacer tu propia versión de tarta de queso y te preocupa la consistencia de la mezcla, puedes recurrir a un truco. Eso sí, debes tener a mano un paquete de Tortas Inés Rosales dulces. El truco consiste en utilizar como base una Torta, untar una capa de crema a la Torta y luego poner encima otra capa de Torta. De esta forma, “Torta que te Torta”, conseguiremos una Tarta de queso sin hornear tipo hojaldrada, que admite múltiples posibilidades. Si además de tartas de queso quieres conocer otras recetas de tartas fáciles, utilizando esta técnica, visita nuestro apartado de Tartas Fáciles.
Y sin más información que darte por hoy, vamos ya a darte las tres recetas que te proponemos para hacer una tarta de queso sin horno.
Tarta de queso con crema de café sin horno
Esta es una de esas tartas fáciles de hacer porque solo tienes que mezclar los ingredientes y montar capa tras capa. Vas a poder disfrutarlo al momento. Es una creación de Alicia y Lucía de Lambonadas de Galicia, quienes han creado esta tarta de queso tan rompedora, ya que en lugar de crear una base de galletas, ellas superponen varias capas de Tortas para añadirle texturas tipo milhoja. El resultado es una Tarta de queso muy cremosa pero a la vez consistente. ¡Y sin encender el horno!
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Tarta de queso con limón sin horno
Para esta receta, lo suyo es que uses las tortas Inés Rosales sabor limón, son perfectas para este postre porque potencian mucho más el sabor cítrico que ya tiene esta mezcla de queso con limón. De la misma forma, si lo prefieres, puedes usar Tortas de Aceite de sabor tradicional
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Una Tarta sin azúcar y sin horno
¿Te atreves con esta Tarta Sin azúcares? Esta receta utiliza como base unas Tortitas con canela, una especialidad de Inés Rosales sin azúcares. Lleva aspartamo de edulcorante, pero en poca cantidad, así que obtendrás una tarta con más sabor a queso, una idea que sabemos a muchos os convence. Con nuestras Tortitas con Canela Sin Azúcares hacer una base crujiente y deliciosa de una Tarta es muy fácil. La autora es Eloísa de Especialmente dulce. Nos ha contado que no dijo a nadie que era sin azúcar, ¿crees que alguien lo notó?